Tu empresa lo vale.
Lo que pasa es que ahora mismo solo vale mucho para ti.
No digo que no sea valiosa, digo que esa es solo tu impresión personal. Al menos ahora mismo.
Para que tu empresa valga para los demás necesitas algo más. Necesitas una voz de marca.
Una forma de ver el mundo reconocible. Un propósito claro para mejorarlo. Un motivo para existir. Y un mensaje.
Un mensaje memorable que represente justo eso que tu sientes por lo que hacéis.
Si consigues eso, cientos y cientos de personas sentirán esa misma chispa que tu sientes.
De eso va correr la voz. De eso va el marketing.