Pensamiento lateral en la práctica: 5 ejemplos de cómo tener mejores ideas

Cuando escribí el comentario sobre el libro Pensamiento Lateral no me esperaba tan buena acogida. Tanto el episodio del podcast como el artículo han gustado mucho y desde entonces he estado dándole vueltas para traer aquí algo más práctico.

Así que esta mañana he cogido mi propio artículo y usando una de las 5 técnicas he llegado aquí.

Voy a darte 5 ejemplos de cómo aplicar el pensamiento lateral (uno por técnica) para 5 sectores y situaciones diferentes. Algunos de ellos con negocios reales, donde verás las ideas finales.

Mi objetivo es mostrarte el camino para que sea cual sea tu mercado puedas agitarlo siguiendo tanto la parte teórica como inspirarte en la práctica de hoy.

¿Listos? Vamos pues.

Contents

Un apunte sobre la creatividad y el arte

Antes de empezar quiero añadir algo.

Hace tiempo leí a un gurú que decía que la creatividad sin utilidad práctica no es creatividad sino extravagancia. No puedo estar más en desacuerdo.

La creatividad no es solo una solución práctica sino que está ligada a la belleza y a la expresión.  Es decir, al arte.

Una novela no es útil a nivel práctico, pero sí que puede hacerte llorar o reir.

Un cuadro no tiene más utilidad que estar colgado, pero  te puede inspirar cada vez que pasas por delante

El diseño de un ordenador no mejora su efectividad, pero sí que mejora la experiencia que tenemos con él.

El arte es vida, el arte es expresión y es valioso por sí mismo. La creatividad no siempre es arte, pero la creatividad con arte siempre es mejor. Porque le otorga belleza y significado, le da sentido a lo que hemos creado, nos aporta cada vez que lo vemos. Hace el proceso valioso de por sí.

Te cuento esto porque con algunas de las ideas que surgirán en los ejemplos no quiero que te fijes solo en la “utilidad”, sino en la experiencia que puede aportar la idea.

Vamos ya a los ejemplos.

La hamburguesería: el por qué

Imagina que quieres montar un restaurante especializado en hamburguesas. Tienes experiencia en el sector y vas a dar el paso a abrir tu propio local.

Ahora tienes que decidir cuál será tu propuesta de valor.

Miras a otros restaurantes de la competencia y empiezas a aplicar la técnica nº 1: El por qué. Es hora de cuestionar supuestos.

¿Por qué hamburguesas redondas y no triangulares?

¿Por qué solo de vacuno y cerdo?

¿Por qué servirlas con patatas?

¿Por qué deben ser un plato pesado?

¿Por qué de este tamaño?

¿Por qué acompañadas con el típico pan de hamburguesa?

Y aquí, en las respuestas, es donde hay que ser atrevidos. Porque cuando surjan ideas nuevas vas a querer rechazarlas y eso apagará la creatividad. No te tomes las ideas como algo definitivo, sino como un primer paso hacia zonas más creativas.

Algunas de las que se me ocurren:

– ¿Y si hacemos cada hamburguesa con una forma diferente?

– ¿Y si nos especializamos en carne de cocodrilo?

– ¿Y si las servimos con chocolate?

– ¿Y si son hamburguesas veganas?

– ¿Y si creamos una hamburguesa muy ligera?

– ¿Y si nos especializamos en mini hamburguesas?

– ¿Y si utilizamos un pan muy crujiente?

Muchas de las ideas no tienen ningún sentido, pero no es lo importante. Es a dónde nos llevan esas ideas “absurdas” lo que importa.

Sigamos pensando.

¿Y si hacemos hamburguesas dulces?

¿Y si en lugar de servir 1 servimos 4 mini hamburguesas de diferentes sabores para así dar variedad al cliente? ¿Tapeo y hamburguesas, quizá?

¿Y si es un restaurante para experimentar con diferentes tipos de carne donde cada semana haya algo nuevo que probar?

Según vamos tirando de la idea, vamos llegando a otras más creativas.

A mi la hamburguesa dulce me ha recordado al 100 montaditos donde en su momento sacaron las “tapas dulces”.

Quizá es posible hacer una receta de hamburguesa dulce donde en lugar de llevar Ketchup haya nata o crema de leche.

El punto es abrir la mente a las nuevas posibilidades y no juzgarlas antes de tiempo. Quizá la hamburguesa no es de carne, sino de galletas dulces pero en formato “hamburguesa” tradicional. A partir de aquí hay que tirar y tirar sin juzgar, pues la técnica del por qué ya nos ha ayudado a romper moldes y a romper supuestos.

Hay que mantenerse firme para dejar que esas ideas sigan dando de sí, hasta encontrar una que nos convenza. No juzgues rápido. Crea y luego ya habrá tiempo de valorar.

Vamos al siguiente caso.

Una campaña publicitaria: cuestionar la idea dominante

Queremos anunciarnos, hacernos visibles. Da igual cuál sea nuestro negocio, para este ejemplo no importa.

¿Qué podemos hacer para destacar en un mercado competido donde otros tienen más renombre?

Toca utilizar la técnica 2: Cuestionar la idea dominante.

¿Cuáles son las ideas dominantes de una campaña publicitaria? Porque pueden ser varias.

En este caso, centrémonos en una: Nuestra campaña no ha de favorecer ni nombrar a la competencia.

¿Seguro? ¿Por qué no?

¿Y si los mencionamos?

¿Y si les copiamos el logo?

¿Y si los hacemos competir contra nosotros?

¿Y si nos aprovechamos de su nombre y visibilidad?

Aquí tienes un puñado de ejemplos donde estas ideas pueden llevarse a la práctica:

En Mallorca donde KFC utilizó el logo de Ikea para indicar que estaban en el mismo polígono.

 

Campaña de Lanjarón para comunicar que sus botellas son recicladas.

Como puedes ver en las 4 se han desafiado los supuestos. Gracias a renunciar a una de las ideas “dominantes” de la publicidad se puede llegar a lugares que jamás hubiéramos pensado.

Esto es esencial en marketing ya que conseguimos romper esquemas y exponer nuestro trabajo de una forma mucho más atractiva y atrevida. Nos volvemos memorables.

Vamos a la tercer ejemplo.

Preparando un nuevo packaging

La primera impresión cuenta mucho ¿No?

Imagina que tienes un ecommerce especializado en tes ecológicos. Cuentas con un gran surtido tanto de sabores, como de tipos de infusiones y ahora te falta darle el toque final: la presentación del packaging.

Quieres que ese primer momento de contacto con el cliente sea especial así que te pones a pensar en cómo puedes sorprenderle.

Vamos a usar esta vez la técnica 3: Estímulo al azar.

Abres el diccionario o palabrasaleatorias.com y empiezas a jugar.

  • Lechuga

¿Un packaging por capas?

¿Un packaging verde?

¿Un packaging con degradado blanco y verde?

¿Un packaging de plástico?

Siguiente palabra.

  • Urgente

¿Un slogan que ponga: es urgente darte un respiro?

¿Un packaging rojo que ponga urgente para que al abrir haya una delicada carta para el cliente que le recuerde que nada es tan urgente como darse un rato para él/ella?

Sigamos.

  • Trapo

¿Y si en lugar de una caja utilizamos algo que lo envuelva?

¿Y si el packaging es de tela?

¿Y si incluimos un pequeño complemento para acompañar al te?

  • Percha

¿Un packaging con forma de armario?

¿Bolsas de te colgando de perchas?

¿Es posible?

Pues sí, es posible:

Packaging de Hanger Tea

No debemos perder de vista la utilidad y viabilidad de las ideas que se nos ocurren, pero si encaja con nuestra marca, hay ideas tan potentes que pueden cambiar por completo la propuesta de valor. Y ahí es donde debemos dirigirnos. Porque ya no seremos un producto cualquiera.

La creatividad y el arte nos elevan por encima de la competencia. Nos hacen distintos. Nos hacen mejores.

Siguiente ejemplo.

Regalos originales

Volvamos al ecommerce. Quieres montar una tienda online de regalos originales. Regalos que llamen la atención y que sean únicos.

¿Cómo se te ocurren las ideas?

Aquí nos puede venir muy bien la técnica 4: Rompe las categorías.

Cada categoría tiene unos atributos. Una silla tiene 4 patas, un ratón 2 botones y una ruedecita y unos cascos una forma determinada. Empieza a romper sus esquemas.

  • Una bañera discoteca.
  • Una pelota antiestrés con formas raras.
  • Una alarma con forma de mando de playstation
  • Un osito de goma picante

Y uala, ahí tienes una tienda online llena de ellos:

Firebox es una tienda especializada en este tipo de regalos.

La clave aquí es pensar el producto desde 0 y no encerrarlo en las características propias de su “categoría”. Una alarma no tiene porque ser de colores aburridos y con los números rojos. Podemos hacerla diferente.

Una bañera puede ser un baño de colores.

Un chocolate puede ser una broma socarrona.

Y así.

Si te fijas también se han juntado varios conceptos en cada idea: bañera y discoteca, pelota quita estrés y testículos, alarma y playstation… Hazlo con todo lo nuevo que quieras crear y obtendrás ideas inesperadas.

Vamos al último ejemplo.

El bar

Quieres montar un bar, pero no quieres que sea como todos los demás. Buscas algo único. Un bar que no sea un bar.

Hay que desafiar lo establecido, así que vamos a usar el PO (técnica 5)

Vamos allá.

PO un bar sin cerveza.

PO un bar si luz tenue.

PO un bar con color, con mucho color.

PO un bar de postres.

PO un bar especializado en pudings.

¿Que no? Aquí lo tienes:

Fuente: OWND
Fuente: OWND

Pudu pudu es un “bar” de pudings que acaba de abrir en Estados Unidos de la mano de Dr Oetker. En él puedes probar este postre artesanal y tradicional mezclado con un montón de colorido, buen rollo y un decorado espectacular.

No necesitan decir que son diferentes, a primera vista lo son.

Conclusiones

Desafiemos. Desafiemos lo establecido. Solo así se llega a lugares nuevos. América no se descubrió quedándonos en España.

Quitémonos el miedo. Es probable que el 90% de las ideas del PO y de todas las otras técnicas no sean viables, pero vale la pena luchar por ese 5% restante. Porque si partimos de la creatividad crearemos algo de lo que estaremos orgullosos y que ni hará falta decir que es diferente. Porque lo será.

Que el arte y la creatividad te lleven lejos.