Lo que Warren Buffett te diría sobre contar historias

Corría 1950 cuando Warren Buffett no era el oráculo de Oklahoma. O lo que es lo mismo, era un chaval de 20 años que todavía no era rico.

Se había graduado en Columbia y se empezaba a oler que para hacer negocios tenía un punto débil.

La primera vez lo vio en un periódico. Era un curso para universitarios, primero se apuntó, pero por miedo lo dejó.

Más adelante, cuando el no saber hablar delante de otros le picaba más, pagó 100$ por hacer aquel curso. 970$ de hoy.

Era de Dale Carnegie.

Durante 12 semanas él y otros como él pasaron de no poder decir ni su nombre en un escenario a hablar fluidamente.

A explicarse. A contar sus ideas sin tembleque en la pierna.

Si hoy vas al despacho de Warren él mismo cuenta que no tiene colgado ninguno de sus diplomas de Columbia o Nebraska, pero exhibe con orgullo aquel curso de hablar en público.

Y así lo justifica:

En la escuela de posgrado, aprendes todas estas cosas complicadas, pero lo que es realmente esencial es poder lograr que otros sigan tus ideas.

No solo son las ideas.

Es cómo las cuentas. 

No es lo mismo que Jose te diga que te quiere, a que te cuente cómo ha sorteado coches, se ha saltado semáforos y ha hecho trombos para llegar hasta ti.

No es lo mismo decir que te gusta el arte, a contar que cuando eras una cría ya dibujabas porque te hacía muy feliz.

Tampoco contar que eres fontanero a que cuentes el día que te hiciste fontanero porque desmontaste un grifo para saber cómo funcionaba.

Desde que escuché la historia de Warren Buffett he intentado seguir su ejemplo.

Meter en mi mochila habilidades perennes que siempre me acompañarán. Trabaje para mi o para otros. Busque clientes o empleo.

No cursos que caducarán en 2 días ni formaciones que olvidaré pasado mañana.

Sino pilares que me aseguren un buen futuro. Como el bueno de Buffett.

Y no sé tú, pero yo comunico cada día.

Lo mismo aquí sacas un par de buenas ideas para hacerlo con tus historias. Júzgalo tú.

Y sino, como mínimo te llevas unas risas.