Ideas de cine para atrapar la atención y vender a la mente dispersa del 2022

En este artículo voy a analizar cómo los creadores de series hacen para que en la era de la distracción nos quedemos pegados a la pantalla.

En concreto voy a hablar de 5 series: Breaking Bad, El Inocente, La Casa de Papel, You y Juego de Tronos.

Otra cosa importante: este artículo es spoilers-free. ¿Por qué? Bueno, primero porque no quiero estropear a nadie una buena serie y segundo porque solo voy a hablar del episodio piloto de cada una de las 5 series.

¿Y eso?

Porque es el episodio MÁS importante de una serie pues nos empuja a engancharnos y a querer saber más de su historia. Es donde están las lecciones más golosas.

No sé si hace falta decirlo, pero con que cojas 1 sola idea de lo que aplican estos genios ya habrás amortizado el tiempo de lectura.

Son técnicas brutales. Muy muy buenas. Y sobre todo te van a servir para contar mejores historias y que esas historias signifiquen algo para quien las lee. Es decir, que quiera saber más de ti y de tu negocio.

Estoy convencido de que lo que voy a contar aquí podría ser un producto de pago, pero lo hago público porque creo que eso te beneficiará más tanto a ti como a mi.

Con el hype listo, le damos al play.

Contents

El Inocente

Quizá la menos conocida de las 5, pero para mi la más adictiva.

Y no porque sea un fan boy de Mario Casas y de que ponga la misma cara cuando muere que cuando f****, sino por como está construido ese primer episodio de la serie.

#1 Los primeros 30 segundos: violencia y ligoteo

Te spoileo lo que ves en el primer instante del episodio:

Un tío con un moratón en el ojo al que le están rapando el pelo. Y luego una chica en una discoteca insinuándose al protagonista.

Sigo.

En la discoteca aparece competencia. Otro hombre se acerca y te hueles que también está por la chica.

¿Va a haber pelea? ¿El moratón que lleva Mario Casas es del tipo de la discoteca?

Sonará más o menos bonito: pero el ser humano no puede evitar poner el ojo donde hay violencia o ligoteo.

Es un instinto primario y los cineastas lo saben. Podrían haber empezado la serie mostrando al protagonista la mañana del día que pasó aquello en la discoteca.

O mostrarnos su vida ideal antes de lo que “pasó”.

O quizá enrollarse como nos enrollamos todos.

Pero no.

Van al grano. A la jugular de la atención del ser humano. Un golpe. Una chica. ¿Una pelea?

Si ves el primer capítulo lo usan una y otra vez: dan pistas sobre lo que podría pasar y te dejan a medias.

No te dicen “habrá una pelea”, sino que te lo muestran, te lo insinúan, te obligan a que seas tú el que digas… Coño, coño que aquí se va a liar.

Esa es la magia de una historia que atrapa.

No es lo que cuentas. Es lo que se da a entender con lo que cuentas.

Aplícatelo. No seas plano. No digas “Mi negocio online se arruinó” di “Tenía miedo de mirar mi cuenta bancaria”. El hecho es el mismo, el impacto nada que ver.

#2 El incidente que inicia la historia

Esta técnica la cuenta el autor bestseller Steven Pressfield: una historia necesita un conflicto y este debe ser en los primeros momentos.

Aquí ocurre cuando sucede la pelea en la discoteca y Mateo (Mario Casas) empuja a un chico con tal mala suerte que este se da con una piedra al caer y muere.

Esto incendia la historia porque nos da a entender algo: nos podría pasar a nosotros.

Quizá no tenemos una pelea cada fin de semana, pero ¿un accidente? ¿hacer daño a alguien sin querer y que luego nos sintamos una mierda? Eso es carne del ser humano.

Pero volviendo al incidente.

Esto lo que hace es que quieras saber qué pasa.

Como diré más adelante, Stephen King lo usa para sus historias: su truco es meter al protagonista en un lío gordo (de tal nivel que digas ¿Como narices va a salir de ahí?!) y luego va desarrollando la historia para ver cómo sale de ese lío.

Primero la «maraña» y luego la historia.

Aquí en el primer minuto ya tenemos ese “follón” que va a soportar todo el peso de la mini serie.

Cuando cuentes una historia no olvides que debe haber ese primer “incidente”. ¿Qué pasa en tu relato para que alguien quiera saber qué ocurrirá al final?

¿En qué lío has metido al protagonista? ¿En qué follón te metiste tú? ¿Qué puedes hacer para contar ese instante de conflicto o para exagerarlo y dramatizarlo? ¿Te viste sin dinero y el casero te perseguía? ¿No podías ir a la playa porque no te cabía el bikini? ¿Te dejó tu pareja cuando tenías depresión?

Sin drama no hay relato.

Y ojo, las historias no son documentales. Son relatos con emociones. Sin emoción, sin subjetividad, sin exageración… Son vacías y no emocionan ni a un teletubby.

#3 Te sumergen en el protagonista

Te llamas Mateo Vidal. Pero todo el mundo te llama Mat. Todavía estabas en la Universidad y nunca quisiste matarlo.

Por la mañana eras solo un estudiante de derecho más. Tu hermano te convenció para que estuvieras en la fiesta con él. * Lo exposan*. Y este es el primer día del resto de tu vida. Quisiste abrazar a sus padres y decirles que nunca quisiste hacerle daño a su hijo. E hiciste tuyo su dolor.

Se llamaba Dani. Aún te cuesta decir su nombre. El juicio no fue como esperabas, todo el mundo vio que te metiste en una pelea donde había muerto un chico. 4 años de cárcel, la pena más alta.

Pero esa no será tu única condena…

No quiero alargarlo, pero este inicio es magistral.

A veces cuesta meter a un lector en tu historia y que sienta lo que quieres transmitir. Pero si eres capaz hablar en segunda persona y poner al lector tus zapatos o los de tu protagonista… Es una técnica excelente para acelerar la empatía y la emoción.

En este capítulo lo hacen para ahorrarse el típico “Este es Mateo Vidal y le pasó esto y ahora esto otro”. Te zambullen en su punto de vista porque así te verás en el dilema moral de pensar…

Le entiendo… Pero ha matado a un chico ¡No sé que pensar!

Pues ese «Dilema moral» va a aguantar gran peso en la historia. Porque tu cerebro no puede predecir quien es el bueno y el malo, le han roto los esquemas y tiene que seguir mirando para ver cuál es el resultado. Solo le queda tragar palomitas.

#4 El tren de la bruja

Una frase magistral del Berlín (La Casa de Papel) es que una técnica muy buena para atrapar la atención es lo que él llama “El tren de la bruja”:

Todo el mundo sabe que van a caer escobazos, pero nadie sabe cuando ni donde.

En el primer episodio de El Inocente ( y en todos los demás) esos escobazos no solo se intuyen, ¡se huelen!, parece que te los van a dar a ti y todo.Desde el primer instante empiezan a pasar cosas raras.

Mat ya ha salido de la cárcel y ahora tiene novia. Ella está embarazada de 4 semanas y se van a mudar a una casa nueva. Justo delante vive un chico que estuvo en la pelea que cambió la vida de Mat.

En ese instante llaman a la Olivia, la pareja de Mat, y ella empieza a hacer cosas raras.

Se va de viaje por trabajo y a Mat le empiezan a perseguir sus malos recuerdos.

Le sigue un coche, Olivia se encierra con pestillo en el baño y cuando la deja en el aeropuerto todo empeora. Al cabo de unas horas recibe desde el móvil de su novia un selfie de un tío muy siniestro que no conoce.

¿Qué coño hace este con el móvil de su novia? Piensas tú.

¿Cuernos? ¿Secuestro? ¿Una broma pesada de las que no hacen puta gracia?

Es imposible no preguntárselo.

Desde ahí la serie no va a parar de soltar miguitas de pan para que tú las sigas y completes el puzzle de todo lo extraño que va pasando.

¿Alguien quiere vengarse de Mat por lo del chico muerto? ¿O es un problema que pasó en la cárcel? ¿Y si el malo está camuflado de bueno?

La magia de una buena historia es que cuando te enganchan desde el principio todo lo demás es más fácil. Porque tu espectador ya quiere saber el final. Quiere completar el puzzle. Odiamos lo incompleto. Y tú único trabajo es seguir dejando esas pistas incompletas sobre lo que pasará.

Cuando escribas, jamás lo hagas plano. Deja espacio para la imaginación del lector. Juega dejando preguntas sin resolver en tus historias, al menos al inicio. Que se huela lo que puede pasar, pero que no losepa.

Si quieres contar una anécdota pregúntate no digas “fui al super y me robaron 50 €”, sino cuenta cómo fue esa historia.

¿Sospechas de alguien? ¿Te olías que iba a pasar? ¿Fue la cajera cómplice? ¿Había cámaras y eso te puede ayudar? Dramatiza!

Es un ejemplo tonto, pero tienes que poner ese esfuerzo extra para que tu historia no sea plana y atrape a quien te lee.

Conclusión de El Inocente

Me detendría a contar más pero no quiero que este artículo se me vaya a 10.000 palabras.

Los 8 capítulos son magistrales porque desde que te tienen enganchado el resto es ir dándote pistas del puzzle hasta que no sabes quién es el bueno y quién es el malo. Es un gran enigma porque no sabes si te puedes fiar del protagonista y de los que le rodean.

Te pones en modo detective y aceptas el reto de adivinar qué ha pasado.

Y ahí, ya es imposible no quedarse pegado a la pantalla.

Siguiente serie.

 

Breaking Bad

Breaking Bad abarca muchísimas cosas que hace genial, pero si algo hace de maravilla es su episodio piloto. Veamos cómo es el primer episodio.

#1 Chapuzón a la acción y contraste

2 muertos, una caravana, 2 tíos en calzoncillos y con máscara antigás conducen una autocaravana por el desierto a toda velocidad. Uno de ellos moribundo y el otro parece un profe de instituto en un mal día.

No se andan con tonterías.

Te meten en la acción con un flashforward que tirará del hilo todo el episodio hasta ese momento presente.

Walter, el que conduce, aparca y hace una llamada desesperado. Parece buena persona.

¿Cómo **** llegó a este lío?

Y es que esta técnica se puede usar para todo tipo de historias. Mete a tu personaje en un lío gordo y explica cómo llegó a él. Las conclusiones que saques de ese camino son tu mensaje.

Pon que quieres hablar de un tío que acabó debajo de un puente y se le ve un tío con traje y que parecía llevar una buena vida. ¿Cómo llegó hasta allí?

Si ese tío es alguien con quien tu público se puede sentir identificado… Acabas de atrapar su atención. Aquí lo que funciona es el contraste de la imagen:

Profe de instituto – drogas,

Tío con traje – puente,

Casa enorme tipo mansión – se convierte en un puticlub barriobajero.

Queremos saber qué paso. Cómo llegaron del punto A al B para ver qué “lecciones” hay de por medio. No podemos evitar prestar atención.

Además, para contártelo no se enrollan, sino que te lanzan directo al momento de más tensión de ese lío para que te impacte y luego el resto del capítulo sea narrar el camino hacía allí.

Esto se puede usar para un mail, para una charla, para un vídeo…

Sigamos.

#2 No dar puntada sin hilo

Y ahora sí, vemos al señor Walter como padre de familia y dando clase de química en un instituto. Su vida es normal y aburrida, ¿cómo cambiará? ¿Qué tiene que pasar para que este tío acabe en calzoncillos en el desierto?

¿Será profe de día, putero de noche?

¿Capo de la droga?

¿O es una buena persona y luego no?

Esas preguntas sostienen y empujan al espectador a seguir ahí.

Esta fase se puede alargar, pero tenemos que ir dando pistas o señales de que algo va a pasar. Pues si el personaje se transformase de golpe sin justificarlo, no tendría sentido. Y el cine debe tener sentido dentro de su universo.

Aquí sale el tema de las drogas. El cuñado de Walter, Hank, persigue a los capos y en la tele sale que cómo han recaudado un botín en una redada.

– Hank, cuánto dinero hay ahí?
– 700.000, una pasta, eh?

Esto es importante.

Aunque pasará desapercibido, es su forma de decir “Walter ya había flipado con el dinero que se gana en las drogas”, después de eso no se le ve feliz en su día a día. Todo para justificar lo que vendrá después y no resulte raro el “cambio” que dará el protagonista.

Están abonando el terreno para que la historia entre de miedo al lector.

Cuando cuentes una historia borra todos aquellos elementos que no aportan. Esto parece obvio pero si un personaje no va a intervenir es mejor obviarlo. Lo dijo Chéjov hace 1 siglo:

«Uno nunca debe poner un rifle cargado en el escenario si no se va a usar. Está mal hacer promesas que no piensas cumplir»

De esta forma no perdemos energía y foco, y al espectador le cuadra más el relato.

Y ahora llega el punto más importante.

#3 Lo que lo cambia todo

Walter sigue a lo suyo, alternando curro entre profesor y trabajador deun autolavado.  Y entonces la ve a ella, la del vestido verde.

Se gira. La mira. La mira otra vez. Walter abre la boca…

Y se desmaya.

Ya en el médico se desata lo que va a justificar el resto de la serie:

– Señor White, tiene usted cáncer de pulmón. Inoperable. Vivirá como mucho 2 años con quimio.

Ya no hay risas. La tensión se corta con un cuchillo y el mal rollito de la escena llega hasta el salón de tu casa. Ya tenemos el golpe que justificará todo lo demás.

Walter vuelve a casa, pero no dice nada. Las escenas dan a entender que su cabeza da vueltas como una lavadora. A partir de aquí todo será un tobogán hacia la transformación…

Cómo digo en el Inocente, tu historia debe tener ese punto que lo cambia todo. En un mail puede ser un momento de tensión: una discusión, un día malo, una infidelidad… Algo que transforme al protagonista y justifique el cambio en la historia.

#4 El anti-héroe y … ¿el camino del villano?

Los super héroes saturaron en su momento la acción fácil y heroica. El héroe es el bueno y el villano, el malo. El héroe lucha, supera obstáculos y con su super fuerza, su super bondad y su super suerte, acaba ganando.

En esta década han empezado a ponerse de moda los anti-héroes. Personas con sus rotos por dentro, sus defectos, sus carencias y sus vidas normales y aburridas al frente de la acción de una serie.

¿Por qué?

Pues porque nos identificamos más con una personal que con una perfecta y divina. Es cierto que la historia del héroe sigue siendo buena, pero la del anti-héroe es mucho menos predecible y adictiva porque las personas no somos tan planos como el típico héroe.

Las emociones raras, feas, macabras y fuertes están más justificadas y por tanto nos impacta más. Es verdad que Walter no tira rayos por los ojos, pero sí que ves a un padre de familia hacer locuras por salvar a los suyos y dejarles un buen futuro.

El punto aquí es que Walter, como es una persona «normal», se excede en ese camino. Se sobrepasa. Se transforma. Cambia de valores o aflora cosas oscuras de su personalidad que estaban ocultas por una vida normal y tranquila.

El hostiazo del cáncer le da pie a despertar y el camino para cambiar eso lo acaba de transformar.

Ese viaje es muy atractivo para un espectador porque aprende de la vida. Aprende que un profe de instituto puede hacer locuras y convertirse en un camello de droga. Ese contraste apoyado con un personaje con sus rotos hacen la historia adictiva. Queremos saber cómo saldrá del lío y sobre todo, si saldrá entero.

En tus historias no dudes en usar el realismo entero. Los personajes y los relatos idealistas no tienen ese gancho. Pero cuando usas historias crudas, reales, de amor, de sexo, de guerra, de conflicto, de risas y de lágrimas… Es cuando conseguimos enganchar.

Es la vida.

Y la vida también es…

#5 Transformación: elegir un tema

Walter suelta en los primeros segundos el tema principal de toda la serie:

… La química es crecimiento, descomposición y transformación.

Es spoiler de lo que va a ser la serie. Cambio. Cambio profundo en los personajes, en sus valores, en sus aspectos, en su interior y en sus relaciones. Porque de eso va una historia: de transmitir un mensaje.

Vincent Gilligan tenía claro desde el primer minuto: su serie iba a ir sobre el cambio. Sobre cómo nos podemos llegar a transformar las personas, ¿Qué hay más real que eso? ¿A quién no le interesa algo así? Quizá el ambiente no nos gusta: drogas, profe de instituto, capos mafiosos… Pero una historia debe ser un mensaje, un tema que lo englobe todo.

En estas 5 series todas tienen su temática:

El Inocente: lo que parece inocente, quizá no lo es.
Breaking Bad: la transformación y el cambio.
Juego de Tronos: la guerra, la vida, las dificultades sacan lo mejor y lo peor de cada personaje.
La Casa de Papel: el robar dinero no solo va de dinero (sino de las relaciones que se crean).
You: el amor puede ser peligroso y enfermizo.

El tema es lo que guía toda la historia y te ayuda a borrar lo que sobra. ¿Ayuda esto a transmitir mi mensaje? ¿No?, pues fuera. Hace que limpiemos y el tema quede claro.

Elige bien tu tema y tendrás una buena historia que contar.

Conclusión Breaking Bad

No lo he dicho, pero como en El Inocente aquí hay otro dilema moral:

¿Está bien vender droga para darle un buen futuro a tu familia cuándo tú, que tienes cáncer, no estés?

Esta pregunta rebota durante todos los capítulos y temporadas de Breaking Bad y el espectador jamás podrá quitársela de la cabeza. Unos capítulos lo verá así y otros asá, pero esa pregunta siempre estará ahí.

Disfrútala y sobre todo fíjate en la transformación, te hará contar mejores historias.

Siguiente.

You

Adictiva para unos, demasiado peliaguda para otros. Conozco personas que se han sentido más repugnadas por You (o más bien por su protagonista) que por los corta cuellos de Juego de Tronos.

Y es que la violencia no es solo física, sino psicológica y You consigue zambullirnos en ella.

Vamos con las lecciones de su episodio piloto.

#1 En la mente del «acosador»

Vaya…! Hoola!… ¿Quién eres? Por tu aspecto diría … que estudiante. Con la blusa suelta. No buscas que te coman con la vista … pero tus pulseras, tintinean. Te gusta cierta atención.

Vale, voy a picar! Ojeas los libros de ficción de la F a la K. Mmm, vale no eres la típica ninfa insegura a la caza de un Faulkner que sabe que no lo acabará. Demasiado bronceada para Stephen King.

¿Cuál comprarás? Pareces humilde, como si te avergonzara ser buena chica, y me dedicas tu primera palabra:
– Hola, ¿trabajas aquí?
– Así es, ¿te ayudo a encontrar algo?
– Paula Fox.
– Gran elección.
– Parece que me das tu aprobación.
– Sígueme.

Estos guionistas se repiten como el ajo peroo… Funciona! Otra vez el dilema moral. Si You fuera una serie «normal» nos metería en la mente de ella, en como lo vive, qué siente, qué piensa… y de fondo veríamos a Joe Goldberg y nos harían ver el peligro antes a nosotros que a ella.

Aquí giran la tortilla. Nos meten toda la serie en la mente de You para que inevitablemente empatices con él y su forma de vivir el amor. Porque no solo te meten en su mente, sino que le dan a Joe pinceladas de chico normal y romántico para que esas dudas y esa tensión crezca en el espectador.

¿Está loco de verdad?
Ay, pero si está enamorado.
No, no, está loco. Mira cómo la mira.
Vaya, si es que es detallista… Pero está zumbado y se la va a cargar…

 

Esa «empatía» con el villano es lo que hace este piloto tan interesante. Quieres saber hasta dónde llegará, quieres saber qué pasa por su mente incluso por qué Joe es así.

Lo que podemos sacar de esta parte es que cuando escribimos (en el cine lo tienen más difícil) debemos usar los pensamientos de un personaje como recurso. Porque todo el mundo tiene pensamientos. Al escribir solo tenemos que contar eso, aquí en la serie tienen que poner una voz en «off», pero en un mail o un artículo no hace falta.

Es más, si consigues contar una historia de un personaje raro y relacionarlo con tu campo, tienes la atención garantizada… Pon que conociste a un emprendedor que su sueño era ser funcionario y emprendía por necesidad y hacía cosas «raras» o «mal vistas» en los negocios online. Solo con esa premisa tienes una buena historia.

Sigamos.

#2 Polémica actual

A los 5 minutos de que Joe conozca a Beck, empieza su caza. Pero esta vez no es un tío tratando de raptarla ni perseguirla ni es un mafioso que tiene matones a su cargo. Hace algo mucho más «actual», la stalkea por redes sociales.

Mira su instagram y sus datos de internet y de ahí saca su dirección, sus gustos, su personalidad, su universidad… En un par de scrolles ya tiene media vida de Beck.

Esto no es aleatorio.

Las redes y su falta de intimidad es un problema de hoy y por eso también hace que te enganches más. Es información «útil» para tu vida porque cualquiera podría hacértelo a ti.

Tengo amigas que al verla pensaron Coño, ¿Y si me lo hacen a mi?

Y ahí pueden pasar 2 cosas: o que te agobies y la dejes de ver o que todavía te enganches más.

Los temas actuales y controvertidos son un gran punto para una historia. Porque lo que hace aburrido un relato no es en sí el relato… Sino que sea predecible. Y cuando tratamos un tema «complicado» como que todo el mundo usa las redes porque nos enganchan y a la vez ahí pueden acceder acosadores… Pues es imposible no querer ver las conclusiones.

You usa esto constantemente y es una gran idea para tu storytelling.

#3 Humor y prejuicios

El humor suaviza las series negras, es así. Hay otras como Breaking Bad que quizá pecan de esto. Mantienen al espectador con tanta tensión que muchos podrían dejar de verla por esto.

You, al menos en la primera temporada, tiene toques de humor. Está claro que el acoso y la obsesión es un tema peliagudo, pero lo suavizan con 2 tipos de escena.

1. Mostrando el lado «humano» de Joe.

Para eso usan a Paco, el hijo de la vecina de Joe. La pareja de ella la maltrata y Joe le ayuda trayéndole libros y protegiéndole. Eso aumenta el dilema moral y sirve de «descanso» a la tensión del acoso.

2. Uso del humor

Los prejuicios de Joe sobre la gente que conoce es algo que pasará durante toda la serie. «Esa no te conviene, tiene cara de estreñida» y cosas así son los comentarios de la voz en off del protagonista. Dentro de su locura, podemos relajarnos un poco con su obsesión viendo cómo juzga a los demás.

Una vez más, humanizar a los personajes los hace más atractivos.

¿Quién no tiene prejuicios o los ha tenido alguna vez?

¿Quién no dice, joder que cara de friki tiene el conductor del autobús?

Es humano, nos interesa y nos gusta.

En las historias lo mismo. Añade humor después de los mensajes duros. Deja al espectador relajarse en algunas escenas porque sino, lo vas a quemar (que esto es lo que pasa un poco en la tercera temporada de You, que quizá peca de tensa y es más desagrable de ver).

Conclusiones de You

Si la ves, la tienes que acabar. De la temporada 3 no puedes ni despegarte de la pantalla. Al menos a los que nos gusta, nos pasa. El dilema moral será llevado al extremo y nos hará tener un amor/odio por Joe Goldberg.

No es casualidad que You venga de un libro. Un libro tiene que tener ciertos elementos para resultar adictivo y You los tiene.

Usa la actualidad como mecanismo de polémica y empatía hacia el espectador, suaviza la historia cuando ésta lo necesita y llega a generar controversia desde el primer minuto por zambullirse en la mente del villano.

Siguiente serie.

Juego de Tronos

La serie que pasará a la historia de las series. Y no por su abultado presupuesto, que también. Sino por una historia magnifica y unos personajes que están vivos. Ahora lo vemos al detalle.

#1 Explota lo inesperado. O mejor, que le explote en la cara al espectador

Si has visto la serie, lo sabes. En Juego de Tronos jamás te encariñes con un personaje, que se lo cargarán seguro. Esto no es aleatorio. Ni tampoco una obsesión por cargarse el fan service. Sino más bien una decisión que hace más atractiva cualquier historia.

¿Por qué?

Porque la mente tiene el vicio de adelantarse a lo que pasará. Y si esto es predecible, la atención muere y la serie con ella.

George R.R. Martin construyó un relato donde todo el mundo podía morir. Dejando vacante el hueco de «héroe» o de «protagonista». Repartió los personajes sobre el tablero y los mezcló para que pasara lo que tuviera que pasar. Unos morían, unos se enamoraban, otros sobrevivían… Esto hizo que la gente lo siguiera por pura curiosidad.

Querían saber qué pasaba con ese personaje, y solo con que te enganchase una trama, ya veías el capítulo entero.

¿Cómo se aplica esto al marketing?

Rompe patrones. Continuamente. ¿Que la gente está acostumbrada a que un mail tenga historia+cta? Rómpe ese vicio y pon el enlace al principio. ¿Qué en un anuncio se suele hacer un PAS? Rómpelo y pon un meme. ¿Que un sobre mi suele poner una bio? Rompe con eso y cuéntalo con una historia macabra o con algo que refleje muy bien tu personalidad.

Es decir, INNOVA.

Pero no sin criterio, sino rompiendo lo que «espera» la mente. Pregúntate ¿qué espera el lector aquí? Y dale la vuelta manteniendo tu objetivo.

¿Cuál es el objetivo del marketing? Vender, ganar atención, hacer marca… Pues innova manteniendo eso en mente. Un anuncio no venderá menos por usar un meme o una foto rara, al contrario, ahí tendremos más ojos mirando.

Creo que se entiende la idea.

Más.

#2 Crea personajes vivos. Que respiren y sientan y follen y mueran

El storytelling no funciona en muchos casos por esto. Porque se cuentan historias demasiado caricaturizadas y eso le quita sangre al relato.

Imagínate por un momento que los personajes de GOT fueran planos. Sin vida. Con menos sangre que un muñeco de cartón. Que no evolucionaran, que simplemente hicieran lo de siempre, como un robot: Jon Snow matar, Arya ser rebelde y Cersei ser mala.

Y eso fuera todo. Como androides.

Sería aburrido!

Cuando cuentas una vivencia como emprendedor, como empresario, tienes que profundizar un poco en los sentimientos de la gente de la historia:

¿Cómo se sentían?

¿Qué deseaban?

¿Qué les horrorizaba?

¿Tenían miedo a ser un mal marido? ¿Una mala mujer? ¿Un mal hijo? ¿Fracasar? ¿Tenían pesadillas con lo que sucede en la historia?

Ponles sangre. La sangre y las emociones inyectan de vida a una historia y la hacen creíble. Hacen que tu mensaje sea real.

Esto lo hacen una y otra vez en la serie: los personajes sufren, mueren, quieren, aman, detestan y matan. Porque están vivos y cada una de sus escenas nos susurra más pistas sobre su personalidad. Usa las acciones que cuentas para que tu público conozca más a ese personaje (o a ti mismo si eres tú).

Y última.