«Esto es puro marketing»

No hace mucho escuché esto en una tertulia deportiva.

Se hablaba de que el Atlético de Madrid había cambiado de escudo sin consultar a sus socios, y que ahora años después, por culpa de eso tenían que hacer un sondeo sobre si volver al viejo.

Todo iba bien hasta que el tertuliano dijo que el escudo se modificó sin consultar porque era por «puro marketing», que no entendían a la gente.

“Esto es puro marketing”

Lo habrás oído de cuñados, tertulianos y personas que no se han parado a pensar qué es en realidad esta profesión. Y no les culpo.

Cada día nos impactan cientos de anuncios que nos la intentan colar: ya sea mintiendo, adornando la realidad o resultando efectistas en lugar de efectivos: slogans, palabras que suenan bien, canciones pegadizas.

Es normal que tengamos el marketing como sinónimo de adonde vas manzanas traigo.

Pero esto es como confundir a alguien que dispara por accidente con un soldado profesional. Nada tiene que ver.

El marketing solo nace desde la empatía, desde una visión que una empresa (o una persona) tiene para el mundo y de ahí sale la fuerza comunicativa. No es disparar tiros al aire.

Un escudo que se cambia puede ser marketing si…

  • Va en congruencia con una imagen que quiere dar el club. Si el escudo es más minimalista y la marca quiere dar una imagen de sencillez.
  • Si se quiere revindicar algo de acuerdo a sus valores y su visión. Hacemos con este escudo un guiño a un jugador, a un personaje histórico del club.
  • O cualquier cambio que actualice y apoye el propósito del club.

Lo contrario es disparar balas al aire para hacer ruido, pero sin apuntar a ningún lado.

Si tienes una empresa, esto se nota a la legua. Cuando hacemos cosas por hacer, cuando algo se hace porque suena bien y no porque vaya con tu marca… Es cuando a la gente le rechina y dice aquello de «esto es puro marketing».

Porque el marketing, el de verdad, es el que es tan natural a tu marca que no se nota.

Deja un comentario