Uncategorized

Cambia las preguntas y cambiará tu marketing

¿Cómo hago que compren? → ¿Cómo hago que esto les importe?

¿A quién le puedo vender más? → ¿A quién le quiero (y puedo) solucionar un problema?

¿Qué gano con esta campaña? → ¿Qué gana el cliente con esta campaña?

Marketing forzado

Si tienes que retorcer las palabras para vender tu producto, es que algo falla en ese producto. El marketing debería ser solo una consecuencia.

Marketing incómodo

Lo incómodo es bueno para el marketing

Lo incómodo…

…es opinar, tener un mensaje reconocible.

…es desafiar el status quo.

…es que una marca diga su verdad.

…es ser congruente en todos los contextos.

…es proponer algo que sabes que no gustará a todos.

…es tener unos principios como marca. Reconocer errores, aplaudir a rivales que lo hacen bien.

…siempre indica el camino de menos competencia.

Piénsalo.

Si fuera fácil todas las marcas lo harían.

Si fuera cómodo, también.

Por eso las marcas aburridas son comunes, y las marcas líderes, escasas.

Raros.

Así son tus clientes.

Sí, aunque vistan Zara, miren Antena 3 y conduzcan un Dacia. En el fondo de esa camisa a rayas hay un tipo distinto. Alguien a quien le gusta ir a pescar carpas al río y ver películas del Oeste con chistes inapropiados cuando nadie le mira.

No subestimes a ese tío. Ni tampoco que haya cientos de ellos. Si algo trajo la era industrial es que nos tuvimos que conformar con ser masa. Con comprar productos comunes a empresas comunes. Eso provocó que la gente no pudiera ser distinta y pareciese común.

Hoy eso trae miles de oportunidades, porque el cliente de hoy (tú y yo incluidos) nos podemos permitir ser raros.

No queremos ser uno más. Tampoco que nos hablen como a un rebaño, a nadie le pone ser como los demás. No tengas un mensaje común.

Explota las rarezas del mercado. A la hora de la verdad nadie se va a pelear por ser normal, pero sí por aquello que le hace único. Aquello que le hace único le define más que todo lo que le hace normal.

Si quieres conocer a alguien (de verdad) no le preguntes por lo que hace como todos, sino por lo que nadie hace como él. Ahí llegarás profundo.

Y no es que ahora seamos más raros, es que ahora la gente puede serlo. Ayúdales.

Tu empresa no es la más rápida, ni la más barata ni la de más cerca… Entonces ¿Qué haces?

Admitámoslo.

Tu empresa no es la mejor en ninguna de esas. No porque no puedas, sino porque existen Amazon, Zara y el chino del barrio. Así que tiene que haber algo más.

Algo que no sea tan fácil de comparar. Algo que no vaya de números, ni de recortar costes enviando paquetes por dron.

Tienes que aspirar a ir más profundo. A formar parte de la vida de tu cliente. A proponerle un camino que quiera recorrer, contigo.

Porque el buen marketing no va de perseguir a nadie por la calle o de acosarle por redes sociales. Va de proponer un cambio ahí fuera del que otras personas quieran formar parte, uno que cambie la pregunta ¿Me compras? por la de ¿Te unes?

Porque cuando la gente hace transacciones claro que busca al más rápido, barato y cercano.

Para lo demás, busca algo más. Busca formar parte de algo.

Y ese espacio que separa ambos mundos se llama marketing.

Esto, si te paras a pensarlo, te dolerá

Esto, si te paras a pensarlo, te va a doler.

Pero te lo voy a decir igual. Vale la pena.

Tú no eres tu trabajo.

Otra vez.

Tú, o sea tú, no eres tu trabajo.

Por mucho que te sientas el **** amo/a cuando lo haces. Por mucho que se te de bien. Por mucho que te forres o aspires a hacerlo. Es dopamina, sí. Pero me atrevo a decir que no es felicidad.

Llámalo realización. Satisfacción. Una parte de tu vida que funciona bien. Pero no te engañes, tarde o temprano algo fallará o tú mismo te darás cuenta de que la vida no va solo de eso.

Quizá llena un vacío. Quizá sobre compensas otras cosas que no “van tan bien”. Quizá prefieres meter la cabeza ahí en lugar de mirar a otros rincones más feos.

Pero créeme, cuanto antes te des cuenta de que todo no está ahí, antes verás otras cosas que importan más aún. Mirarás atrás y pensarás que has perdido el tiempo. Que cavabas hacia un lugar donde no había tanto oro, quizá estaba fuera de la cueva.

Pero no te culpes, todos alguna vez creímos que éramos nuestro trabajo.

Hasta que ves que cuanto más trabajas para vivir (en lugar de vivir para trabajar), mejor vives y mejor trabajas. Y las vacaciones son de verdad y no un reto por desconectar.

Si te molesta, lo entiendo. A mi también me hubiera molestado.

Truco de organización infravalorado

Deja espacios en tu agenda. Ratos para pensar y dar lugar a ideas. No te autoexplotes. No idealices la energía que tendrás en X momento, que luego no será así, no eres un maldito robot. No te pongas un planning que no le pondrías a un buen amigo. Trátate bien, más vale sentir que avanzas poco a poco a ir rápido y quemarte.