julio 27, 2023
Esto, si te paras a pensarlo, te va a doler.
Pero te lo voy a decir igual. Vale la pena.
Tú no eres tu trabajo.
Otra vez.
Tú, o sea tú, no eres tu trabajo.
Por mucho que te sientas el **** amo/a cuando lo haces. Por mucho que se te de bien. Por mucho que te forres o aspires a hacerlo. Es dopamina, sí. Pero me atrevo a decir que no es felicidad.
Llámalo realización. Satisfacción. Una parte de tu vida que funciona bien. Pero no te engañes, tarde o temprano algo fallará o tú mismo te darás cuenta de que la vida no va solo de eso.
Quizá llena un vacío. Quizá sobre compensas otras cosas que no “van tan bien”. Quizá prefieres meter la cabeza ahí en lugar de mirar a otros rincones más feos.
Pero créeme, cuanto antes te des cuenta de que todo no está ahí, antes verás otras cosas que importan más aún. Mirarás atrás y pensarás que has perdido el tiempo. Que cavabas hacia un lugar donde no había tanto oro, quizá estaba fuera de la cueva.
Pero no te culpes, todos alguna vez creímos que éramos nuestro trabajo.
Hasta que ves que cuanto más trabajas para vivir (en lugar de vivir para trabajar), mejor vives y mejor trabajas. Y las vacaciones son de verdad y no un reto por desconectar.
Si te molesta, lo entiendo. A mi también me hubiera molestado.